¿Elaborar un entrenamiento de fuerza para jóvenes?

En este artículo vamos a exponer como elaborar un entrenamiento de fuerza para jóvenes deportistas para proporcionar ideas de como configurar una sesión de entrenamiento.

Por lo general antaño se pensaba que el trabajo de fuerza en niños/as era contraproducente pero numerosos estudios mostraron que este pensamiento era equivocado.

Es por ello que es necesario conocer determinados conceptos para prescribir unas tareas adecuadas partiendo de la base que su organismo está en continuo desarrollo.

Así pues el trabajo de fuerza puede ser peligroso a corto, medio y largo plazo sin un protocolo de actuación para evitar posibles lesiones.

Premisas a tener en cuenta en las prescripción de ejercicios de fuerza.

Para elaborar un entrenamiento de fuerza es imprescindible potenciar la flexibilidad y la movilidad articular porque algunos recorridos con cargas libres puede ser contraproducentes.

Por ello si es imposible realizar un movimiento puede desembocar en una sobrecarga muscular o una lesión muscular al forzar las estructuras musculo esqueléticas.

Imagen de ejercicio de fuerza con amplitud de recorrido.

Además será necesario prestar atención a la ejecución técnica analizando la colocación de los pies y espalda, la respiración e incluso el agarre del material.

En consecuencia se solicitará una coordinación motriz compatible con las exigencias del entrenamiento o del ejercicio en cuestión.

También se ha de tener presente que la fuerza muscular evoluciona a mayor velocidad en el músculo que en el resto de tejidos conectivos como los tendones, ligamentos o fascias.

Así pues hay que prestar especial atención a la construcción anatómica para facilitar el acondicionamiento progresivo de las inserciones musculares debido a la divergencia entre la capacidad muscular y tejido conectivo.

Por otro lado durante el proceso de maduración del deportista se producen divergencias en la aplicación de fuerza de los diferentes grupos musculares.

Así mismo determinados ejercicios se trabajarán en base a eslabón más débil de la cadena muscular para compensar las diferencias que se puedan producir entre las capacidades de rendimiento de cada grupo muscular.

De esta manera al elaborar un entrenamiento de fuerza para jovenes se analizará la amplitud del recorrido articular, la ejecución técnica

En todos los casos prestar atención al equilibrio muscular entre los músculos agonistas, antagonistas y sinergistas del tren superior e inferior y compensar las diferencias que puedan darse entre ellos.

Por último recordar el uso de cargas bajas o moderadas ceñidas a las capacidades del individuo en la realización de cualquier ejercicio con carga externa.

Las cargas externas en el entrenamiento de jovenes deportistas.

El entrenamiento de fuerza en jóvenes debe dirigirse en el uso de cargas moderadas y progresivas y no dentro del marco de la halterofilia.

De modo que en todos los casos nunca se buscará levantar el máximo peso posible.

Por consiguiente se sugieren los circuitos de fuerza de 15 a 20 repeticiones por estación, con densidades de 30 segundos a 2 minutos entre ejercicios.

Todo ello contribuirá a la mejora de la actitud y las capacidades físicas, así como el desarrollo motor y la salud del deportista.

Por el contrario se recomienda varios los métodos de entrenamiento para evitar la monotonía porque conduce hacia un estancamiento en el desarrollo de fuerza.

De manera que se contribuye a estimular la motivación y la diversión del deportista porque conduce hacia un desarrollo positivo del trabajo de fuerza.

También las actividades físicas con sobrecarga estimulan la densidad mineral ósea durante la niñez y la adolescencia.

De esta forma se potencia la resistencia del hueso debido al depósito y mineralización de los osteoblastos favoreciendo a la formación de una matriz ósea correcta.

Además proporciona una mejora de la coordinación de las fibras musculares y los diferentes grupos musculares dando lugar al incremento de las habilidades motoras.

Así que mejora el rendimiento deportivo y reduce el riesgo de lesión al incrementar las capacidades al fortalecer el aparato locomotor.

A pesar de ello las mejoras que proporciona este trabajo hay que tener presente la diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica del deportista.

De esta forma se adaptan los estímulos a la edad real del sujeto evitando cargas desproporcionadas que pueden ser perjudiciales para el desarrollo natural del deportista.

En definitiva, es concluyente que se produzcan unas adaptaciones progresivas para la formación y evolución del novel deportista siguiendo las premisas que hemos explicado.

De igual forma tendremos que centrarnos en una adaptación anatómica con el uso de cargas sujetas a la edad fisiológica del individuo .